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W. Griem, 2007 - 2020
Ignacio Domeyko
Contenido
Figuras
anotaciones
Texto de Domeyko
Mapa excursión
---
página +
(1909 / 1843) página 100 - 108. (Enero y febrero 1843)
Comentarios
Una excelente descripción muy temprana del valle del río Copiapó. Claro,
Domeyko pone la geología y los depósitos minerales de plata en el primer
lugar de sus observaciones. Pero también menciona las particularidades geográficas
y climáticas.
Interesante su observación en la pauta de los ríos chilenos, que siempre
en la misma distancia hacia la desembocadura se caracterizan por una confluencia
de más o menos dos brazos de igual importancia.
En Manflas Domeyko menciona los fósiles del "secundario" (mesozoico), que
algunos años más tarde Burmeister observa con mayor detalle. Más adelante
en el texto Domeyko logro correlacionar con los pecten de más arriba.
En la parte superior de la cuenca del río Copiapó Domeyko menciona el uso
de los arboles como combustible de los hornos de fundiciones. Él si menciona
que la vegetación en los valles era mucho más densa y el uso excesivo de
leña cambió completamente el paisaje.
A Domeyko llama atención la falta de población en estos sectores. Las condiciones
climáticas son óptimas, hay agua y vegetación - además a él llamó atención
la cantidad enorme de habitaciones de pueblos originarios.
Las frases más importantes:
"cerro Punta-Brava, en cuya cima ha habido minas de plata
de mucha riqueza" (véase)
"cerca de La Puerta, existen minas antiguas de oro abandonadas"
(véase)
"El fértil y hermoso valle del Potrero Grande [...] es
sin duda la parte más linda y más pintoresca del río de Copiapó: su temperamento
es tan ardiente ..." (véase)
"Las Juntas. Este punto muy importante en la geografía
del país, tiene sus análogos en todo el largo de la República: así en el
río del Huasco, casi a la misma distancia de la costa, se unen dos ríos
principales . . ." (véase)
"Consta de mantos calizos, que habiendo sido sublevados
por el último granito, descansan sobre unas capas gruesas de pórfido y conservan
millares de millones de conchas y mariscos . . ." (véase)
" . . los innumerables troncos cortados de algarrobos atestiguan lo
que fue este valle en tiempos pasados; y unos escoriales con escombros de
algunos malos hornos de manga, verdaderos destruidores de la vegetación,
presentan la causa del estado actual de sus inmediaciones." (véase)
¨ . . .la única impresión triste que se recibe, proviene
de la falta casi absoluta de población. Las casas de la hacienda son las
únicas que se hallan en una distancia como de 40 leguas desde la línea hasta
las Juntas: ningún rancho, ninguna habitación de inquilinos ni de propietarios
aparece en esta soledad . . ."(véase)
Ruta de Ignacio Domeyko 1843 en el valle del río Copiapó (Carta de Gilliss 1855).
Carta de Gilliss 1855 - algunos lugares de la ruta de Ignacio Domeyko.
Carta de Gilliss 1855 - algunos lugares de la ruta de Ignacio Domeyko: Pta. Ulpeadora (Rodeo), Pan, Come Caballo, Turbio, Jorquera.
Personas de Atacama
Ignacio
Domeyko
[1]
Es de observar, que mientras que a esta latitud se derriten los hielos en
verano a la altura de más de 5.500 vs. sobre el nivel del mar sucede que
en las provincias del sur de Chile, en algunas partes, como en el nacimiento
del río de los Cipreses, existen bancos de hielo perpetuó, a la altura de
2.800 vs.
Los textos originales fueron digitalizados, transformados a ASCII redactados por Dr. Wolfgang Griem.
Literatura: Valle Río Copiapó
DOMEYKO: Excursiones y Trabajos entre 1840-1873)
Texto original del libro "Jeología" página 11 - 14 publicado en
el año 1909, en el capítulo " Excursión jeológica a Huasco i Copiapó
- febrero y marzo 1840.
Copiapó:
La villa de Copiapó (situada a 18 leguas del puerto y como
a 13 o 14 en línea recta del mar) se halla todavía en el mismo terreno
(I); sus cerros por el lado sur, con sus antiguos minerales de oro,
constan de masas graníticas de diorita; pero del otro lado por la
parte nordeste, se divisan ya algunos indicios de estratificación,
a lo menos en lo alto de la cuesta.
Pueblo de Indios:
En efecto, caminando al este, apenas pasamos el “Pueblo
de Indios” y nos acercamos a la Angostura, que aparecen
por el lado de noreste cerros de otra forma y de otra naturaleza
que los de la costa: un terreno de fajas o de mantos, sostenido
por masas no estratificadas. Tocamos aquí a la línea del contacto
de los dos terrenos (I y II), tras del cual, principian cerros secundarios
con sus vetas de plata. Realmente, en el primer cerro de esta clase,
que se ve a la izquierda, se halla el mineral de Ladrillos, un conjunto
de vetas, que a la parte superior dieron plata córnea, plata blanca,
y en hondura pasan a los metales arsenicales, al rosicler y plata
antimonial. 1 como en este primer cordón de cerros secundarios,
se hallan todavía descubiertas en la parte inferior las rocas de
sublevación, a las cuales corresponden vetas de oro y de cobre,
resulta de esto, que en estos mismos cerros, por el lado sur-oeste,
y a poca altura, se habían trabajado minas de oro y de cobre en
unas masas euríticas y dioríticas no estratificadas, mientras que
más arriba se explotan las vetas de plata, en medio de unos mantos
gruesos, cubiertos por un sin número de fajas que constituyen la
cima de los cerros.
Cerca de Tierra Amarilla:
El lugar donde aparecen las primeras vetas de plata en ladrillos
y al mismo tiempo los primeros mantos del terreno secundario, se
halla según mis observaciones barométricas, a una altura de 740
a 750 metros (como de 900 varas) sobre el nivel del mar. Partiendo
de este punto y dirigiéndonos hacia el sur, vemos que aquella línea
de contacto con los dos terrenos, pasa al otro lado del valle de
Copiapó cerca de la Tierra Amarilla, y de allá
se dirige hacia el cerro de Chañarcillo; dejando a la derecha todo
este terreno de cerros graníticas, en una anchura de 13 a 14 leguas
hasta el mar, y limitando los terrenos secundarios a la izquierda.
La estratificación de estos últimos empieza por inclinarse hacia
el poniente, y los mantos van cayendo debajo de las cordilleras.
Al mismo tiempo, cambia de rumbo el cajón del río, se dirige como
al sur; y aunque desde la Tierra Amarilla, todos los altos de cerros
se dividen por mantos y listas de diversos colores, que se encorvan
y ondean como las olas del mar que los había formado; se ven todavía
en la parte inferior de los mismos cerros, en algunos puntos, como
por ejemplo, enfrente de Nantoco, en el Cerro del Cobre, masas de
sublevación (I) en medio de las rocas estratificadas. En este cerro
se explotan minas de cobre, mientras que todo el terreno que lo
rodea, es terreno de vetas de plata.
Quebrada Carrizalillo, Nantoco:
Caminando siempre por el río principal de Copiapó, dejamos a la
izquierda, la quebrada de Nantoco que conduce a las minas de plata
de Pampa Larga y San Félix; a la derecha, el camino para el mineral
de Chañarcillo; y luego el cajón del río se angosta, de vuelta hacia
el sur-este, y aunque los cerros siguen todavía con sus divisiones
en mantos, sus rocas sin embargo empiezan a variar en sus caracteres
mineralógicos. En efecto, los mantos que al principio eran de piedra
compacta, calcárea, con capa de yeso, de margas, etc. (II) (a);
adquieren una estructura porfídica y se transforman en pórfidos
abigarrados (II) (6).
Potreros Seco, Punta Brava:
Estos pórfidos se hallan ya en toda su extensión en Potrero Seco
y de aquí, como a 3 leguas más al sureste, el cajón se angosta todavía
más: pasamos al pie del escarpado cerro Punta-Brava,
en cuya cima ha habido minas de plata de mucha riqueza. Cerca de
allí, un poco más a la Cordillera, nos hallamos otra vez en medio
del granito que rompe por la primera vez los mantos secundarios
y aparece en masas inmensas, rajadas verticalmente y en todos sentidos,
de formas y colores enteramente diferentes del terreno secundario.
La Puerta:
En estas masas de sublevamiento (I) cerca de La Puerta,
existen minas antiguas de oro abandonadas. El camino en esta
parte pasa por una quebrada muy honda y angosta, de paredes
casi verticales; pero apenas caminamos una legua más al oriente,
el valle se ancha, desaparecen los granitos, y se descubre una campaña
verde, risueña, rodeada por unos cerros escarpados negros y rojizos,
en los cuales vuelve a aparecer el terreno secundario con todos
sus caracteres, y en él, vetas de plata del rico mineral de
San Antonio. Las vetas de este mineral corren de
manifiesto a una altura de más de 1.200 metros (como de 1.500 varas)
sobre el nivel del mar; y como se hallan más a la Cordillera que
las de Chañarcillo, no producen tanta plata córnea como estas últimas,
pero bastante plata nativa, plata antimonial, plata sulfúrea mezclada
con arseniuros; y lo que caracteriza más estas minas, son el sulfuro
y el arseniuro de cobre, que abundan en este cerro, mientras que
casi no se ven en Chañarcillo.
Potrero Grande:
El fértil y hermoso valle del Potrero Grande tiene como cinco leguas
de largo y se dirige de SSE al NNW es sin duda la parte más linda
y más pintoresca del río de Copiapó: su temperamento es tan ardiente
que a esta época (el 20 de Marzo) ya se habían cosechado los higos
en todas partes y el termómetro en la sombra señalaba a medio día
25° cent.
Las Juntas (Manflas - Jorquera - Pulido:
A donde se estrecha y parece terminar este valle, tres ríos se juntan
para formar uno solo, el de Copiapó: estos ríos son el Jorquera,
el Pulido y el Manflas, cuya confluencia se llama Las Juntas.
Este punto muy importante en la geografía del país, tiene sus análogos
en todo el largo de la República: así en el río del Huasco, casi
a la misma distancia de la costa, se unen dos ríos principales,
el de los Naturales y el de los Españoles, que forman el río Huasco;
a igual distancia en el río de Coquimbo, dos ríos, el Turbio y el
Claro se juntan para formar el río de Elqui o de Coquimbo; lo mismo
sucede, aunque un poco más lejos de la costa, en el río Maipo, a
donde tres ríos principales, el Yeso, el volcán, y el Maipo se unen
para alimentar el Maipo; y así de seguida. En todos estos puntos
aparecen comúnmente nuevas rocas, nuevos terrenos, y algún trastorno
extraordinario llama la atención del naturalista. El lugar donde
se unen los tres ríos de Copiapó, se halla a 1.203 metros (1.570
varas) sobre el nivel del mar; y de aquí van tres caminos para las
provincias argentinas: uno por el río Manflas pasa las Cordilleras
cerca del camino del Huasco, el segundo y el tercero los que suben
por el río Pulido y el río Jorquera se unen cerca de la línea misma.
El del río Pulido es más corto, y más áspero, el de Jorquera más
blando y pastoso: los tres casi igualmente transitables en cualquiera
estación del año.
Río Manflas:
Para examinar los terrenos de estos parajes, entró por el río Manflas,
cuya dirección es de SE a NW. A dos leguas de camino hallé otra
vez el granito, que volvió a romper los mantos secundarios que se
habían extendido hasta aquí sin interrupción desde la Puerta. Este
granito luego desaparece, se esconde debajo el terreno secundario,
y a una legua más a la Cordillera, en El Fuerte, donde angosta el
cajón del río y da vuelta hacia el sur, se hallan unos mantos secundarios
dislocados y desbaratados, con una diversidad de rocas y sustancias
minerales sin ejemplo. En este mismo lugar, por el lado del Norte,
se halla la Cuesta de Manflas que separa el río Manflas del Pulido:
es uno de los cerros más interesantes para un naturalista. Su altura
es de 1.992 metros (2.400 v.) sobre el nivel del mar. Consta de
mantos calizos, que habiendo sido sublevados por el último granito,
descansan sobre unas capas gruesas de pórfido y conservan millares
de millones de conchas y mariscos tan bien conservados, como si
hubiesen sido depositados muy recientemente por el océano. Las especies
sin embargo de estos restos orgánicos no se encuentran ahora en
los mares, y pertenecen a la clase de las especies extinguidas del
globo. Son de la época secundaria y la determinación de ellas va
a echar una nueva luz sobre la época de la formación de estos cerros.
Río Pulido, Mulaneco:
Por aquella cuesta bajé al río Pulido, y el día siguiente recorrí
el cajón de este río desde la Punta Ulpeadora (Hoy: Rodeo)
hasta Mulaneco, adonde se hallan las últimas habitaciones
y los últimos campos cultivados de este lado de la Cordillera. En
este trecho de 13 a 14 leguas no faltan agua ni pastos; los innumerables
troncos cortados de algarrobos atestiguan lo que fue este valle
en tiempos pasados; y unos escoriales con escombros de algunos malos
hornos de manga, verdaderos destruidores de la vegetación,
presentan la causa del estado actual de sus inmediaciones. En efecto,
no tiene combustible con que contar el fundidor por ahora en los
ríos principales de Copiapó, y solo en las quebradas de segundo
orden y en las de adentro hay todavía leña en algunas partes.
Iglesia Colorada:
El río Pulido, que al juntarse con los otros dos
ríos, tiene dirección del este al oeste, se tuerce luego al SSE
y a pocas leguas de las Juntas, en un lugar llamado Iglesia
Colorada, donde las masas de sublevación rompen por la
tercera vez el terreno secundario) este cajón angosta mucho con
sus paredes casi verticales, y da vuelta primero al Este y después
al Noreste.
Junta de Potro:
En este trecho recibe primero de SSE, las aguas del río Mostaza,
y después a una legua más arriba, las del río del Potro , bastante
provisto de leña y de pasto. Los últimos campos cultivados en el
río Pulido se hallan como a 3.000 vs. de altura sobre el nivel del
mar. El 23 de Marzo, en el citado lugar Mulaneco el barómetro ascendió
a 578 mm, el termómetro marcaba 8° cent. a las 7 de la mañana; lo
que corresponde a una altura de 2.450 metros sobre el nivel del
mar: Altura, a la cual casi principia la región de la nieve perpetua
en los Alpes y Pirineos. Aquí, sin embargo, se da todavía muy bien
el trigo y no faltan arbustos, aunque pálidos, y en esta estación
muy secos. Una pequeña chacra cerca del rancho del vaquero estaba
ya helada, al paso que a pocas leguas de distancia, en la Punta
Ulpeadora, donde pasé la última noche, cosecharon el mismo día los
higos y había riquísima fruta de toda clase. De Mulaneco, el camino
sube por el río Pulido primero hacia el norte, y después da vuelta
al este. Los cerros conservan su carácter secundario con sus divisiones
en mantos; y sus rocas de pórfido abigarrado, sus brechas de toda
clase y sus almendrillas zeolíticas se parecen mucho a las de las
altas cordilleras de Cauquenes, de la Compañía y de San Pedro Nolasco;
solo aquí no se ven las vetas metálicas y son pocas las vetas bobas
que se hallan.
Las Pircas:
En las Pircas, cerca de una tambería o ruinas de las antiguas habitaciones
de los indios, se levanta por la cuarta vez el granito de debajo
de los pórfidos estratificados; y en este granito se hallan las
piedras pintadas con unos jeroglíficos, de los que nadie hasta ahora
ha podido descifrar el sentido. Este granito, rojo, hermoso, parecido
al de los famosos obeliscos de Egipto se extiende casi hasta la
Cuesta del Portezuelo Pulido, el más alto de los cerros que lo rodean,
muy conocido de los viajeros por los vientos terribles que reinan
en su alto. Desde este portezuelo hasta la línea, que se halla como
a 405 leguas de aquí, todo es confusión en rocas, cerros y terrenos.
Los escombros del terreno secundario yacen al lado de los que lo
habían vencido; las fajas negras, verdes y azules al lado de unos
inmensos cerros de tofo blanco como la nieve y de color rojo como
la sangre, e igualmente de iris. Solo como a una legua de distancia
de la línea, cesan estas señales de las revoluciones del globo,
se allanan los caminos y los declives de los cerros, y se levantan
con toda su grandeza las inmensas masas graníticas, redondas, secas,
cubiertas de guijarro del granito descompuesto, que constituyen
las lomas más altas de la Cordillera.
Come Caballos:
El día 25 de Marzo a las 9 de la mañana, estuve en la cumbre del
cordón más alto de los Andes, en la línea divisoria, en el lugar
que llaman Portezuelo de Mata Caballos. El barómetro
marcaba 442,8 mm. el termómetro centígrado 0,5º: Lo que corresponde
a una altura de 4.508 m. (5.430 vs.) sobre el nivel del mar (como
de 400 vs. más bajo que el cerro de Potosí y de 200 vs. más elevado
que el Cerro-Pasco). Un viento fuerte y frió principiaba a soplar
del poniente; el cielo estaba despejado, hermoso; algunas manchas
de nieve quedaban de una nevada recién caída en algunas puntas más
elevadas de los cerros vecinos que estarán como a unas 200 o 300
vs. sobre el Portezuelo. Lo demás de la línea, toda la cumbre de
las Cordilleras, se hallaba sin nieve; aunque sus altos casi igualan
a los del Monte-Blanco en los Alpes y pasan de más de mil varas
la del Pico de Tenerife[1]. Echando la vista sobre los cerros situados
de ambos lados de la línea se ve, que mientras que de este lado
todo anuncia violentos trastornos, abras que se comunicarían con
el centro de la tierra, por aquel lado se divisan unos declives
suaves, cerros parejos, iguales, y que se terminan en el horizonte,
por unas líneas de pocas interrupciones.
Barrancas Blancas:
El camino para la otra Banda, baja de aquel lado por el cajón de
las Barrancas Blancas, y por lo que he oído decir es un camino ancho,
uniforme, llano, y a unas dos jornadas principian las habitaciones,
De este lado, baja por el estero del Pan, y como
a tres leguas de la cumbre, se divide en dos, uno, como ya hemos
dicho, pasa por el río Pulido y el otro por el río Jorquera. Por
este último camino tuve que bajar volviendo de mis excursiones.
Río Cachito, El Pan: (N6893 / E461)
El río del Pan, que desde su nacimiento corre en la dirección noroeste,
entra, como a una distancia de 7 leguas de la línea en un valle
ancho, cubierto de vegas, en donde se junta con el estero
del Cachito y toma desde allí el nombre del río Cachito.
En este valle ancho, existen las habitaciones de un pueblo entero
de indígenas. Una hilera de pircas redondas de 3 a 4 varas de diámetro
se extiende al pie de la cuesta, y a una de sus extremidades por
el lado de la cordillera, se ven murallas de unas casas rectángulas,
espaciosas, que habrán sido habitaciones de algún cacique. Las inmediaciones
no ofrecen ningún recurso para el alimento del hombre; el llano,
desprovisto de toda clase de árboles y arbustos, se halla a 2.600
varas sobre el nivel del mar; el termómetro, aun en verano, baja
por la mañana hasta cero y se hielan las aguas en la estación más
templada. Todo nos indica, que el pueblo que habitaba estos parajes
helados, tan desiertos y solitarios, no era pueblo de agricultores,
sino pueblo de cazadores, pueblo guerrero, de una robustez y construcción
física admirable, y si no hubiesen quedado otros restos y monumentos
de su civilización, la proximidad de las casas unas de otras, y
un cierto orden y arreglo en la colocación de ellas, nos dan una
idea del estado social y de la civilización de sus habitantes.
Río Turbio:
A cinco leguas más abajo de aquella tambería, se une con este río,
otro que baja del este y se llama río Turbio; y
desde la confluencia de ellos, el río principal lleva el nombre
del río Turbio, hasta que a seis leguas de camino, en la dirección
noroeste, se junta con el río Figueroa, que es uno de los más importantes,
ríos de esta cordillera.
Río Figueroa:
El río de Figueroa viene del nordeste y toma su
origen cerca del Cerro de Azufre y de las célebres lagunas de sal
que distan de allí, por lo que he oído decir, como de dos a tres
días de camino. De allí también el río principal cambia de nombre
y lo suelen llamar río Figueroa, hasta las casas de la Jorquera,
que se hallan como a 7 leguas del punto donde se unen los dos ríos
y que dan comúnmente su nombre a todo el cajón por donde pasa el
camino, desde el Pan hasta las Juntas. En todo este cajón se ven
los mismos terrenos que los del río Pulido. Las innumerables capas
del terreno secundario, que se extienden sobre todo este declive
de las cordilleras, se hallan tres veces cortadas y atravesadas
por el terreno de solevantado: la primera vez cerca de la Quebrada
del Cachito, la segunda en las inmediaciones de las casas de Jorquera,
y por la tercera vez entre Jorquera y las Juntas. Las rocas secundarias
son en general casi del mismo aspecto y de la misma naturaleza que
las de la alta cordillera de Santiago; solo en medio de los mantos
porfídicos se ven, como a 5 leguas de Jorquera más al oriente, en
un cerro llamado Carrizito, unos mantos calizos bien arreglados,
inclinados al oriente, y contienen gran número de restos orgánicos,
sobre todo unas conchas hermosas de la especie de pecten. Estos
mantos se hallan a una altura de más de 2.400 varas y noté otros
de la misma clase, con las mismas petrificaciones, a unas 10 leguas
más abajo en el mismo cajón, a 2 leguas de las Juntas. Estos últimos
se hallan en la prolongación de los que he observado en la Cuesta
de Manflas.
En fin, en todo este camino de Jorquera, tan interesante para un
naturalista, tan útil y cómodo para las comunicaciones con la otra
banda, la única impresión triste que se recibe,
proviene de la falta casi absoluta de población. Las casas de la
hacienda son las únicas que se hallan en una distancia como de 40
leguas desde la línea hasta las Juntas: ningún rancho, ninguna habitación
de inquilinos ni de propietarios aparece en esta soledad; en donde
casi a cada legua se ven las antiguas habitaciones de los indígenas,
y por todas partes agua. ¿De cuánto se hubiera aumentado desde la
conquista la población de estos ríos, si con la introducción de
la agricultura y de tantos recursos que la nueva civilización suministra,
se hubiese introducido una división de propiedades y un espíritu
emprendedor, espíritu de caridad y de industria?
Carta de GILLISS (1855) - ruta de excursión de Ignacio Domeyko
Minería de Atacama
Historia Atacama
Intro valle Río Copiapó
●
Texto de Domeyko (1843)
Texto de Gilliss (1855)
Copiapó (Km 0,0)
Tierra Amarilla (km 15,7)
Nantoco (Km
22,2)
Sector Nantoco
El Río Copiapó
-
a Cerro Blanco
Punta Brava (Km
53,7)
Los Loros (Km 62,3)
San Antonio (Km 70,1)
Fundición Incaica (Km 74,0)
Acueducto (Km 82,2)
Embalse Lautaro (Km 84,2)
Iglesia Colorada (Km 110,1)
Río Montosa (Km 115,4)
Junta de Potros (Km 118,9)
La Semilla
Pastos Grandes (Km 137,1)
Qda. Pircas Coloradas (146,1)
Port. Cachitos (Km 167,1)
Río Turbio (Km 194,5)
Ignacio Domeyko
Ignacio Domeyko y Copiapó
Minería en Atacama en 1840
Domeyko en Chañarcillo
Domeyko: Carrizal 1840
Carta Agua Amarga
Texto Agua Amarga
Domeyko en Cerro Blanco
Excursión Río Copiapó - Pulido
Visitantes de Atacama
Rodulfo A. Philippi
Ignacio Domeyko
Charles Darwin
Paul Treutler
Recaredo Tornero
Herman Burmeister
Hugo Kunz
J.M. Gilliss
Isaiah Bowman
San Román
Francisco Marcial Aracena
Listado de personajes de Atacama
Información adicional
Cronología histórica de la Región
Minería de Atacama
El Ferrocarril en Atacama
Cartas y Mapas de Atacama
Cartas históricas de Atacama
Listado de personajes de Atacama
Carta de Gilliss 1855, ruta de Ignacio Domeyko en 1843: algunos lugares: Tierra Amarilla, Nantoco, Manflas Pta. Upeadosa (Rodeo), Iglesia Colorada, Pan, Come Caballo, Turbio, Jorquera.
Literatura:
● Domeyko, I. (1909): Jeología. – Tomo
Quinto, edición oficial; Santiago de Chile (Imprenta Cervantes) [Colección
W. Griem].
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