Región de Atacama, Chile - minería en Jarilla y Cerro Blanco

Literatura: Cerro Blanco y Jarilla

Extractos del libro "Reseña Industrial e Histórica de la Minería i Metalurgjia de Chile" de Francisco San Roman del año 1894. Una descripción de la geología y minería del distrito de Cerro Blanco y Jarilla.

 Cerro Blanco i la Jarilla

Dejando las estratificaciones cristalinas de la costa, las dioritas, sienitas i pórfidos de «Carrizal Alto», el ferrocarril hace atravesar al viajero en una hora el ancho de la «travesía», el desierto de la desolación i el silencio en toda su solemnidad que Darwin recorria a lo largo desde el Huasco a Copiapó en 1835, asombrándose de que el sol gastara su luz en alumbrar aquellas tierras sin objeto i sin destino.

¡En qué condiciones se viajaria por allí ahora 60 años!

Hoy es un recreo que deja la satisfacción de poder apreciar cuánto hemos progresado, i la convicción de las riquezas, entonces invisibles para el ilustre sabio, que han traído ese progreso i pueden fomentarlo aun.

Nuestro propio sabio también, - porque nos pertenece por el cariño i la gratitud — el doctor Philippi, no habría gastado la luz del sol, si de él hubiera dependido, para iluminar los páramos del Desierto de Atacama en 1851.

Es porque la ciencia pura tiene sus dominios en el etéreo espacio de la concepción profunda i abstracta, admirándonos por eso nosotros de que la ciencia práctica o el mero sentido común que siquiera nos corresponde, esté presenciando la rutinaria oposición al ferrocarril longitudinal del desierto, siquiera para ligar entre sí las líneas férreas de Carrizal, separada por un ápice de las de Copiapó i por la nada del de Huasco a Vallenar, con provecho de unos i otros, con circulación de la vida entre los extremos atrofiados i con general beneficio público. Pueden excusársenos estas digresiones cuando entramos en terreno que naturalmente las trae, pensando que el intercambio de minerales respectivamente aplicables a diferentes procedimientos de su beneficio i tratamiento, así como las facilidades de circulación a los frutos agrícolas del Huasco i Copiapó, están privando a la industria de recursos que necesita i al comercio de transacciones que le convienen.

Se deja el viajero llevar, en medio de estas reflexiones, por el árido trayecto que conduce por el oriente a Cerro Blanco, i por el SE. a la Jarilla, antiguos asientos de producción i actuales centros de una actividad industrial que ahora debe el país a don Aniceto Izaga como en el pasado la debió a don José Antonio Moreno i a don José Tomas Urmeneta.

Todo el complicado laberinto montañoso que se extiende entre los nacimientos del rio de Copiapó por el sur i el del Huasco por el norte, consta de las aglomeraciones de rocas porfídicas, tufos traquiticos, conglomerados i andesitas de la formación abigarrada en su más potente desarrollo, cubierta en partes por capas dispersas de la formación calcáreo-jurásica i profundamente agrietada por corrientes poderosas de rocas eruptivas.

Cerro Blanco es como el atalaya i la Jarilla el baluarte de aquel reducto del cobre en las cordilleras de Atacama, sirviendo el éxito del uno de aviso i prevención al otro para el más eficaz i acertado plan de conquista industrial en una campaña de labor i progreso.
No podemos detenernos en una descripción que tomaría demasiado espacio, pero si tomamos de los dos cerros, como análogos por su situación, caracteres i circunstancias industriales en un solo rasgo, reduciremos a mui breves términos la tarea.
Ha sido la mina jefe de Cerro Blanco la «Agua Amarilla», que el señor Izaga acaba de obtener por compra a sus antiguos dueños Gibbs i Ca., como en la Jarilla la mina «Bronces».

En el local de la primera abre un sistema de tres vetas más o manos paralelas que se distribuyen con los nombres de «Agua Amarilla», «Garibaldi» i «Buena Esperanza», siendo interesante el caso del manteo en sentido contrario de la Amarilla con la Esperanza, cuyo empalme podría alcanzarse en hondura. Los planes de la primera se encontraban a 340 metros hace pocos años i su distancia de la segunda era solo de 30 metros.

En la Jarilla, la veta Bronces, que se ramifica, i la veta Manto, forman otro sistema más íntimo aun en sus situaciones respectivas i que ofrece mayor campo de investigación dentro de un mismo desarrollo de trabajos.

El grueso de los filones, en Jarilla o Cerro Blanco, es uniforme entre las proporciones medianas de 0,50 a metro 1 metro i hasta 2 i mas en los casos excepcionales, pero en la forma i naturaleza del relleno hay algunas diferencias esenciales.
La región piritosa de Cerro Blanco se distingue por su carácter cristalino, mui a menudo cristalizado el cuarzo i también los sulfuros de cobre i de hierro, acompañados de sulfuros de bismuto i antimonio, i el todo diseminado en ganga de hierro micáceo cuando brocean las vetas. También han sido argentíferos estos minerales i aun auríferos, i sin haber cesado en planes de la Amarilla los bronces de cobre puros o de buena ley, ha disminuido o desaparecido la presencia de estos metales nobles, así como el bismuto i demás compuestos extraños a las especies piritosas.

Aquí, como en la Jarilla, las rocas encajantes conglomeradas en que domina el color verdoso, se destiñen poniéndose amarillentas o bayas donde el mineral es más compacto.

La mina «Agua Amarilla» ha producido tales cantidades de mineral que pueden apreciarse a la vista de las cavernas que han quedado en su seno como testimonio, en extensión de cerca de un kilómetro i hasta más de cien metros de profundidad.

Parece que su dirección, a pesar de ser estrictamente inglesa en todos sus detalles, sea dicho con el debido respeto, ha sido menos que mediocre, pasando a mejores manos ahora después de largo e inmerecido abandono.

Entre otras importantes minas de Cerro Blanco, figura la “Vizcachita", de don Celedonio Sanhueza la “Coquimbana”, San Pedro, etc.

Como panizo de formación compleja, a lo menos en la región superior, son frecuentes en Cerro Blanco los minerales de plomo en galenas i carbonatos, en vetas especiales o dentro del relleno de las de cobre, favoreciendo también una conveniente variedad de gangas manganesíferas, con sulfato de bario i otras que acompañan la presencia de la plata.

Para la explotación de las minas de la Jarilla, que el señor Izaga ha restaurado volviéndolas a un estado de riqueza i abundancia que no tuvieron antes en los fáciles tiempos de sus anteriores poseedores, ha sido necesario arrancar del ferrocarril de Carrizal a Cerro Blanco un ramal de 50 kilómetros que llega hasta el pie de la alta serranía de las minas, i desde cuyo extremo parte un excelente camino carretero.

En lo alto de las minas el mineral de color antiguamente explotado tuvo una extensión vertical considerable, la cual se ha reducido en la parte baja adonde está ahora el centro de los trabajos de la mina Bronces, a solo 30 a 40 metros, entrando entonces una espléndida región de bronces negros, acerados i morados que es seguida a su turno por la de bronces amarillos que a los 200 metros de hondura se presenta más ancha i compacta, prometiendo larga explotación en la región piritosa.

Ofrece el conjunto de esta importante faena uno de los más satisfactorios ejemplos de lo que valen la constancia i el sistema razonado en los trabajos mineros, principiado sobre filones en bronces, delgados, deshechos i con meras indicaciones aisladas de beneficio. El cuarzo es compañero constante del mineral aunque no exclusivo ni predominante, i a veces en delgado venero de quijo, es el seguro precursor de la continuidad del filón i de su próxima riqueza, aumentando algo más en la región piritosa, alternado en zonas delgadas con los óxidos ferruginosos.

La lei común de los minerales ha alcanzado durante años el alto tipo de 24 por ciento, i la preparación de los elementos de explotación con motor a vapor para el pique maestro, i con ingeniosas disposiciones para la seguridad i economía en las operaciones i el gasto de agua i combustibles aseguran el gasto ínfimo de 35 centavos moneda corriente por un quintal métrico de mineral realizado i puesto en caja de la carreta. A este gasto se agregan 40 centavos más de flete carretero hasta la estación Merceditas i desde allí 45 centavos más de ferrocarril hasta la fundición de Chañarcitos.

En Cerro Blanco, la mina Agua Amarilla también está dotada de pique enrielado hasta 340 metros con motor de vapor i gasto de 35 centavos por quintal métrico de flete carretero hasta Yerbas Buenas i desde allí 72 centavos por ferrocarril hasta Carrizal.

Los textos originales fueron digitalizados, transformados a ASCII redactados  por Dr. Wolfgang Griem.

Camino a Cerro Blanco en la Región de Atacama, Chile