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W. Griem, 2015 - 2020
Francisco San Román (1894)
Contenido
Figuras
Anotaciones
Texto de San Román
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página +
Francisco San Román
(1894)
página 99 - 102
Capítulo: Oro en Chile
Pique de la mina Andacollo en el distrito minero de Cachiyuyo de Llampos.
San Román describe las minas de Cachiyuyo de Llampos, especialmente la mina Andacollo
Carta San Román et al. 1892 - sector Chulo - Llampos
Carta de Philippi (1854) - sector Chulo - Llampos
Una información interesante es que en 200 metros todavía no aparecieron los sulfuros.
Los textos originales fueron digitalizados, transformados a ASCII redactados por Dr. Wolfgang Griem.
Literatura: Cachiyuyo de Llampos
Extractos del libro "Reseña Industrial e Histórica de la Minería i Metalurgjia de Chile" de Francisco San Roman del año 1894. Una descripción de la geología y minería del distrito de Cachiyuyo de Llampos, en el capítulo de "minas de Oro".
Cachiyuyo de
Llampos
Lo característico de este importante asiento minero consiste en
su estructura notablemente cristalina, con sus moles de puro granito
i de sienitas del mas típico modelo aunque frecuentemente cuarzosa,
i sus filones de hierros micáceos i olijísticos i cuarzo cristalizado.
La cumbre de Cachiyuyo es otro punto culminante del cordón litoral,
situado entre Jesús María i el Chivato, i en cuyos flancos i base
oriental se encuentra el gran grupo de filones de oro que constituyeron
su antigua riqueza i el de los que hoi se explotan i se mantienen
en producción desde hace 25 años.
La mina «Andacollo»,
de don J. R. Sánchez, ofrece el mineral en masas homojéneas que
permiten hacer una explotación regular i continúa en largos trechos
del filón arrastrando con todo su contenido a las máquinas de amalgamación,
con lei variable de 1 a 1 i media onza por tonelada. Suele ser despareja
la repartición del oro, pero rara vez absoluta la esterilidad del
criadero.
Las diferencias en el grado de concentración de la riqueza obedecen
a ciertos cambios de aspecto en el relleno i a caracteres mineralójicos
que la experiencia de los mineros sabe distinguir i apreciar para
dirijir sus operaciones de explotación.
Ejemplo mui notable de estas minas es el que ofrece la continuidad
de la composición oxidada de los minerales hasta la considerable
profundidad de 200 metros verticales alcanzados por la
Andacollo i 150 por la «Descubridora»,
sin que haya aun indicios de la transición de los óxidos cristalinos
de hierro a los minerales piritosos.
Es igualmente notable que este carácter sea común también a las
minas de cobre del norte del desierto, como las de Paposo, Cobija
i Tocopilla, donde a iguales honduras todavía subsiste la rejion
de los carbonatos i demás especies oxijenadas del cobre.
La mina «Andacollo»
ha sostenido su explotación sin más que un pequeño motor de vapor
con fuerza de 8 caballos i un solo pique de extracción para explotar
más o menos 150 a 200 quintales métricos de mineral al día.
La veta «Diana-Descubridora»
consiste de tres cuerpos diferentes, en uno de los cuales, que lleva
el primer nombre i que hizo la fama del mineral, el metal aurífero
se presenta más abundante en unas arenillas ferrujinosas, micáceas
i arcillosas, de grano fino i de color que varía del rojo claro
a oscuro i casi negras. Se ha explotado en cantidades con lei media
de 6 cienmilésimas, especialmente en la «Diana», que ha sido la
veta más rica en todo el grupo.
La segunda veta, llamada «San Agustín», consta más jeneralmente
de relleno cobrizo, con carbonato i silicato de cobre en una masa
de tofo blanco, con algo de arenilla i cuarzo, i cuando se empalma
con la «Diana»
forma grandes concentraciones de buen mineral, en anchuras que llegan
hasta 1,50 metros, pero refiriéndose siempre la mayor riqueza a
un cuerpo o zona del conjunto cuyo ancho es más o menos de 0,50
centímetros.
El tercer cuerpo de veta se ha distinguido por cierta lei de plata
i no acompaña a las otras sino en cierta extensión, separándose
de ellas en una dirección más inclinada hacia el oriente.
Aquí acontece el hecho siempre lamentable de descuidar los reconocimientos
subterráneos labrando galerías de atravieso o cortadas para cerciorarse
de estar en el verdadero filón o de extraviarse por otros que no
contengan el beneficio que más arriba se ha explotado. El filón
característico de aquel rico depósito se ve desaparecer bruscamente
en el interior de aquella mina, sin transiciones que lo expliquen
i que dejan la sospecha de que pudiera haber quedado metido en caja,
según la gráfica expresión minera.
Estos descuidos i falta de previsión se observan en casi todas nuestras
minas, a pesar de la escuela de Chañarcillo, donde el arte de buscar
los beneficios se entendía conforme a principios verdaderamente
científicos, ayudados por sagaz e intelijente experiencia.
El injeniero don
José A. Vadillo, en un informe
sobre la pertenencia «Descubridora», describe más o menos los mismos
caracteres en aquella mina que él estudió detenidamente i que sirvió
de base para formar la sociedad que fundó el plantel de amalgamación
de que fue jerente el señor Carrera Pinto. El punto capital de ese
escrito es el que se refiere a trabajos prolijos i razonados, que
dice ejecutó para cerciorarse del grado de riqueza de aquel filón
en sus laboreos interiores, lo cual condensa en el siguiente cuadro:
( . . . )
De lo que resulta como lei jeneral, la mui alta de 7.46 cienmilésimas.
Agrega el injeniero, que, del examen de las planillas de venta de
las explotaciones de aquellas minas en pocos años antes, resulta
que de un total que suma 6oo quintales métricos de mineral, las
leyes de venta comercial fluctúan entre 9 i 34 cienmilésimas.
Agregaremos por nuestra parte que el resultado de las
explotaciones de todas aquellas minas tenía lugar antes de la
construcción del ramal de ferrocarril de Copiapó o Paipote, a Puquios i
que los minerales eran escojidos a mano para alcanzar la lei mínima de
10 diezmilésimas que pagaría el gasto de fletes por carretas, quedando
por lo tanto en los desmontes i demás desperdicios, en labores i en
macizos sin explotar, cantidades de mineral donde se contiene todo lo
inferior a ese mínimum de riqueza.
Ruinas de la mina Andacollo en el paisaje del desierto de Atacama en la
Región de Atacama, Chile
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Literatura:
• San Román, Francisco (1894): Reseña Industrial e Histórica de
la Minería i Metalurgjia de Chile. - Santiago de Chile, Imprenta Nacional,
Moneda 73; 501 páginas. (Colección W. Griem)
• San Román, F. , Muñoz, S., Chadwick, A. & Pizarro, A.
(1892): Carta Jeográfica del desierto i cordilleras de Atacama. -
Dirección Obras Publicas, sección de geografía y minas; Santiago de
Chile. (Colección W. Griem).
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