Región de Atacama, Chile - Copiapó

Literatura: Copiapó en 1890

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Hugo Kunz publicó en 1890 un resumen de la historia de Copiapó y una corta descripción de la ciudad ubicada en el desierto de Atacama, Chile.
Texto Original:

La ciudad fundada en el año 1772 por José Manzo cerca del río con el mismo nombre se ubica 396 metros sobre el nivel del mar y desde diciembre de 1851 está conectada con el puerto de Caldera en 82 kilómetros de distancia con una línea férrea. Copiapó es el centro de la minería de cobre y de plata de la región Atacama. Por suerte la ciudad de Copiapó con su ubicación favorecida muestra en contrario de Caldera una vegetación densa y con las vistosas iglesias, elegantes casas de dos pisos, los jardines particulares preciosos y las plazas públicas adornadas con estatuas  - Copiapó tiene elegancia y muestra una cierta prosperidad.
La ciudad tiene un lindo teatro, un liceo, una escuela de minas, alumbrado de las calles con gas, tiene estación de ferrocarril, de correos y un consulado  alemán. Copiapó tiene su fama mundial a gracias a la mina  Chañarcillo, ubicada 10 millas (10 millas alemanas: 75 km) en distancia, cual se ha encontrado en 1832. (...)

Mas perjudicó a Copiapó la actual disminución de la industria minera de cobre. Solo una mina de cobre, la Dulcinea, en manos ingleses cerca de Puquios se explotan actualmente con éxito.  (...)

En los comienzos de los años sesenta existían en Copiapó tres bancos: Edwards, Ossa Escobar y Gormaz. El ultimo cerró rápidamente. De los dos sobrevivientes se juntó un tercer banco, C. Lamarca, pero solo con muy poca duración. Después, por un lapso de  dos décadas, solo dos bancos, Edwards y Escobar,  se partieron los negocios monetarios en una región donde el tipo de negocios y el carácter de la industria piden más de dos casas bancarias.

Fundiciones existían (a parte de otros en Chañaral etc.) seis grandes: en Nantoco de los Escobars, en Tierra Amarilla de los Edwards, y los cuatro restantes en Caldera.
Plantas de amalgamación  existían en un número un poco más grande, y por grandes partes eran partes de los bancos recién mencionados.
Tres de las cuatro fundiciones en Caldera no alcanzaron a los años setenta.
A partir de está época se nota una falta de crecimiento hasta un  leve receso en algunos sectores industriales de la zona, como se ve claramente en los dividendos del ferrocarril de Copiapó, donde se refleja la prosperidad bastante clara. Los 12% de los años anteriores se bajaron considerablemente, - y la razón que no se bajaron tanto era que el departamento de la maestranza del ferrocarril tomó trabajos del norte y en esta manera mejoraron los ingresos. En los años ochenta se habló del auge de la provincia como de una tradición pasada. La seda que se hilaron ya se acabó para los dos bancos. No había suficiente espacio para los dos  - solo para uno, por supuesto para el instituto que, como se dice, puede aguantar más tiempo. Así ocurrió que Escobar tuve que bajar su bandera y el banco de Edwards se quedó solo, como matador, es decir él alcanzó tener monopolio de los negocios bancarios, como un todopoderoso absoluto en tiempos difíciles.  
Esta situación se van a cambiar, no porque la situación económica se ha mejorado considerablemente y la situación económica se mejoró para dar espacio a otros instituciones bancarias, no solo por la razón que el ultimo que se quedó manejó su monopolio en una forma tan especial, que se acumuló una inmensa impopularidad.

Los textos originales fueron digitalizados, transformados a ASCII y redactados por Dr. Wolfgang Griem

Calle en Copiapó.